VILLANCICO 2.008
A la tierra, la luz cayó del cielo
para ser de los hombres el consuelo.
Ríe mi niño Dios junto a María,
los ángeles entonan dulces nanas.
Una estrella fulgente en su armonía,
anunciando el azul de las mañanas
al portal del amor y la alegría.
Los arrullos mitigan los desvelos.
A la tierra la luz cayó del cielo
para ser de los hombres el consuelo.
Con tus manos esparces la esperanza
por todas las esquinas de la tierra.
En tus ojos, la luz y la templanza,
en tu piel, los perfumes de la sierra.
Dios pequeño, de miel y de confianza
El árbol se vistió de blanco velo.
A la tierra la luz cayó del cielo
para ser de los hombres el consuelo.
María embelesada muda al niño
y vienen al portal los ruiseñores.
Los campos revestidos del armiño,
esperan los aromas de las flores.
San José, musitando su cariño.
Un pesebre, posada del anhelo.
A la tierra, la luz cayó del cielo
para ser de los hombres el consuelo
María Bote
16.12.08
FELIZ NAVIDAD
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